Con una enorme participación de alumnos, familias y profesores y un programa muy completo de actividades -como en la época pre-pandemia- la Familia Yermo hemos celebrado los días 24, 25 y 26 de marzo, nuestro “Fin de Semana Solidario”. Podemos decir, sin rodeos, que ha habido mucha vida para dar vida a quienes más lo necesitan.

 El objetivo de nuestra solidaridad era doble: lejos y cerca. Lejos, perseguíamos poder financiar la construcción de un pozo de agua para abastecer a la población de Badia (Camerún), sin recursos hídricos sanos. En la parroquia de dicha localidad trabaja una comunidad de dominicas misioneras de la Sagrada Familia. Este proyecto solidario se canaliza a través de la ONG de la Familia Dominicana, Acción Verapaz. Más cerca, nuestra colaboración con la Cáritas de la Parroquia de la Resurrección, en Carabanchel (Madrid), para la adquisición de una furgoneta para el reparto de alimentos. En definitiva, mucha vida a la que contribuirá nuestra solidaridad.

 Y esa solidaridad brotó de un amplio programa de actividades que, además, han canalizado la vida abundante que corre por la experiencia de familia, entre los miembros de nuestra comunidad educativa. Los pequeños de Infantil, 1º, 2º y 3º Primaria estrecharon lazos con los alumnos mayores de 3º, 4º ESO y 1º Bachillerato, en las meriendas, juegos y gymkhana solidarias del viernes. Un rato divertido, en el que no sabemos quién disfrutó más: los mayores o los “peques”.

Tanto disfrute como el de los mayores de Primaria en su ya tradicional “karaoke”, un despliegue de creatividad, ritmo y buen humor. Disfrute de otra forma, el de los asistentes al drama “Sola” que representó el Grupo Extraescolar de Teatro, que nos hizo reflexionar con la estupenda interpretación de los alumnos de Secundaria y Bachillerato que lo integran. Y el de los alumnos de estas etapas educativas que asistieron a la Fiesta de Gala, la Discoteca o el Karaoke de los bachilleres.

Los juegos han tenido también un lugar protagonista en este esfuerzo solidario: el campeonato de Mus, la Mañana Deportiva, la sesión de Zumba y la “Wheels party”. Aunque el sábado, como siempre, la expectación y los aplausos se los llevaron las alumnas antiguas alumnas y madres del colegio con sus bailes en la “Tarde de Danza”, mientras los más pequeños podían disfrutar de una sesión de cine, juegos, pintacaras y cuentacuentos.

La solidaridad se hizo celebración litúrgica en la Eucaristía en Familia del domingo por la mañana, cuya participación llenó -y desbordó- la capilla del Colegio, para dar gracias al Padre Dios por este esfuerzo de fraternidad. Celebración, también en el patio, con las “Tapas solidarias”, los puestos de pizza y perritos (atendidos por la generosidad de alumnos y familias), los hinchables, y el gran esfuerzo del Mercadillo Solidario, amenizado con la música en directo del grupo de padres “Los Resquicios”. Lo dicho: mucha vida para dar vida.